El diseño de stands para el colegio Santa Gema realizado por Decoración de Stand suponía un reto desde el principio. Santa Gema participaba por primera vez en una feria y su dudas y temores afloraron desde el primer momento.
Al ser la primera incursión en el mundo de los stands de feria del colegio la decisión inicial fué adquirir un espacio pequeño pero con la posibilidad de poder realizar y encargar un stand personalizado en vez de un stand modular que fue su primera opción.
Los retos por parte de Decoración de stands a la hora de hacer el diseño de stands fueron dos principalmente: la falta de espacio y un preuspuesto muy ajustado.
El cliente disponía de un presupuesto muy ajustado, así que la primera decisión importante fue escojer unos materiales comunes utilizados en la fabricación de stands. El tablero de aglomerado es un material económico y además reultilizable con lo cual los costes pueden reducirse con respecto a otros mterilaes como el DM lacado o en semilaca o unos tableros de melamina. Cuando iniciamos el diseño de stands de nuestro cliente decidimos no utilizar tarima ya que supone un coste elevado y así pudimos aprovechar la máxima altura permitida en la feria, 6 metros de altura y las paredes perimetrales a cuatro metros.
Para su mejor visión desde lejos en el pabellón propusimos la creación de un cubo para su rotulción y buscamos para toda la estructura que soporta el cubo y el cubo en si mismo la utilización de unos colores lo más vivos posibles. La mayoría de los stands que participan en esta feria tienden a la utilización de sus colores corporativos en profusión creando en la mayoría de los casos espacios bicolores (blanco más color corporativos). En el caso de Santa Gema huimos de los colores corporativos y buscamos colores con mucha luminosidad en contraste con las paredes blancas y el logotipo del colegio en negro.
El espacio también era un problema a solucionar, ya que aparte de las actividades que tenía intención de realizar en la feria, necesitaban espacio de almacenaje. La solución fue un gan mostador con cabida para folletos y objetos de merchandising y de un armario en una esquina. Este armario sustiuyó el típico almacén que hubiese ocupado mucho más espacio. Del mismo modo que también se realizó un pequeño mostador estrecho a fin de adecuarse al espacio.
El resultado fue un pequeño stand colorido que contrastaba claramente con los stands, de mucho mayor tamaño y mucha más tecnología audivisual, que estaban alrededor.
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